Ha pasado ya más de un año desde que se finalizó la reforma laboral y las consecuencias ya resuenan irremediablemente en el mercado de trabajo. Si bien el objetivo primero de modificar la normativa era, tal y como hemos analizado en Magnet, reducir la temporalidad e impulsar la contratación indefinida, otro efecto se ha vivido en el marco laboral: un brutal aumento de los despidos disciplinarios, que se han multiplicado por seis desde entonces.
Ante esta situación, el PSOE y Sumar llevan negociando en las últimas semanas varias medidas para dar una vuelta de tuerca a su propia reforma para abordar el tema de los despidos: desde un incremento de las indemnizaciones, más herramientas a los jueces para decretar la improcedencia, la “prohibición” de despedir y un nuevo término que cada vez adquiere más notoriedad en nuestro país: el despido “a la portuguesa”.
Los datos. España ha batido el récord de despidos este año, con 476.220 casos notificados a la Seguridad Social hasta junio, un 39,9% más que en el año pasado. De ellos, 309.205 despidos son disciplinarios, que se han convertido en la vía directa al despido. Para que os hagáis una idea: antes de la reforma estos eran tan infrecuentes que no superaban los 30.000 mensuales.
El problema. Hay que tener en cuenta que según el artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores, esta modalidad de despido es una medida extrema que el empresario sólo puede aplicar cuando el trabajador incumple gravemente sus obligaciones: faltas repetidas e injustificadas de asistencia, ofensas verbales o físicas a sus compañeros, desobediencia, etc. El problema es que se está usando en casos en los que esto no ocurre. Y lo preocupante es que el 90,8% de los despidos disciplinarios se corresponden con empleados indefinidos, lo que nos da pistas de que esta práctica se ha convertido en la herramienta “legal” para echar a los trabajadores “indefinidos” y perpetuar la temporalidad.
¿Por qué? Hay varias razones que explican este fenómeno. Una de ellas es que la reforma laboral endureció las condiciones para realizar despidos objetivos por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. Y estos requieren una indemnización de 20 días por año trabajado. Por tanto, algunos empresarios pueden optar por el despido disciplinario como una forma más barata y rápida de deshacerse de los trabajadores que no les interesan, ya que no requiere preaviso ni indemnización salvo que lo diga el convenio.
La polémica. Sucede porque el despido en todas sus formas quedó fuera de la última reforma laboral para discutirse posteriormente. Algo que ha provocado que desde CCOO y UGT hayan presentado sendas denuncias ante el Comité Europeo de Derechos Sociales, cuya resolución se espera para finales de año. El sindicato reclama que el despido en España sea disuasorio y resarcitorio, y pide que la compensación atienda a la gravedad y a los daños causados a la persona trabajadora.
Hay que recordar que este organismo ya ha condenado que el sistema francés o finlandés no indemnizaban de forma adecuada, en condiciones muy similares a las de España. Es por eso que el Ministerio de Trabajo ha manifestado en varias ocasiones que cumplirá con lo que dicte el Comité, pero un nuevo acuerdo de gobierno podría ir incluso más allá.
¿Ir más allá cómo? El Gobierno ha explorado varias vías para limitar los despidos más allá de los ERTEs. Las más sonadas fueron las 'prohibiciones de despedir' durante la pandemia por causas sanitarias y luego por la guerra de Ucrania. Ahora, se ha acordado dificultar a las empresas echar a los trabajadores con una mayor judicialización de las extinciones de los contratos. Es decir, reforzar el poder de los jueces de vetar los despidos por improcedencia.
Una mayor revisión de las causas, sobre todo en los disciplinarios, facilitará que los despidos, si no son declarados nulos, sí puedan ser declarados improcedentes con mayor facilidad, lo que se traduzca en una indemnización más alta. Por otro lado, el Gobierno también estudia incluir una "indemnización adicional" del despido que compense efectivamente el daño causado.
Despido a la portuguesa. Otros expertos economistas apuntan a que el debate de un posible acuerdo puede estar no tanto en tocar las indemnizaciones máximas, como en fijar un mínimo que reduzca la tendencia creciente de los despidos. Una solución podría ser un modelo similar al portugués, en el que ningún trabajador podría recibir una compensación inferior, al menos, a tres meses por año trabajado.
En España no sucede así: aquí un trabajador puede ser despedido apenas un mes después de empezar y, aunque la indemnización siga calculándose en función de la regla de los 20 (despido objetivo) o 33 días (improcedente) por años trabajado, supone un coste reducido para la empresa, incluso cuando es improcedente. Según contábamos en Xataka, la propia Unión Europea cree que despedir en España sale demasiado barato.
Otros van un poco más allá. UGT ha pedido hoy recuperar los 45 días por año trabajado para los despidos improcedentes y una indemnización mínima de seis meses de trabajo (“a la italiana”), como se establecía en la legislación de 1976 en España durante el franquismo. En la actualidad eso implicaría un mínimo de 7.560 euros para los que estén a tiempo completo.
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JuanAR
¿En serio a la gente le despiden injustamente y no reclaman? No lo entiendo. Y más por algo tan feo como un despido disciplinario.
ojerete
Hay que tener siempre en mente la metodología y, además, la terminología.
Claro, si mezclamos datos de FINALIZACIONES CONTRACTUALES que, a su vez, pueden ser NORMALES O ANORMALES con el término DESPIDOS, podemos contar cualquier historia que nos convenga.
El dato del incremento se refiere a las finalizaciones, por lo que los fines de contrato NORMALES pasan, como el que no quiere la cosa, a contarse como DESPIDOS (finalización ANORMAL).
Y, ya, sobre eso, a montar la historia que más nos convenga.
Pero lo que no se dirá es que al haber un mayor número de formalizaciones, por lógica, habrá un mayor número de finalizaciones y tampoco se contará que como hay más parcialidad, que aumenta el número de afiliaciones pues... claro, también habrá mayor número de finalizaciones pues es un reparto del trabajo.
Pero... chitón, eso no hay que contarlo. Ni lo uno, ni lo otro y menos lo otro, que se nos vé entonces el plumero, la pluma y la pulga de la pluma del plumero.
Datos, datos, datos. Artículos, artículos, arti-culos.
netmejias
Los peores son las administraciones públicas, hacen las cosas por proyectos. Y las entidades se ven obligadas a despedir a final de proyecto porque sería inviable seguir manteniendo al trabajador hasta el siguiente proyecto si se lo dan.
Luego están los contratos de servicios que firman las administraciones públicas para sustitur el trabajo público de calidad por trabajo precario de contratas y se desentiende por completo a sabiendas qur las cifras no son suficientes para mantener trabajadores estables y cumpliendo los requisitos legales.
Las administraciones públicas como el cabildo de gran canaria, va dejando que sus trabajadoress se jubilen y los van aburriendo quitándoles tareas para asignarselas mediante contrato de servicios a empresas privadas. Dejan extinguir las plazas de empleados públicos y lo sustituye uno privado.
Lo que le pase al privado o sus condiciones se desentienden. Cómo si lo contratan por 1 hora, días sueltos aleatoriomente. Sólo intereresa resolver la papeleta de forma fácil, pasar el marrón a otro, compromiso social 0 y luego lanza programas de empleo para dar migajas, pero primero se carga rl empleo de calidad, y los sindicatos y comité de empresa callados.
Ahí quien manda no son los políticos sino los jefes de servicio, los máximos dirigentes administrativos. Los politicos de cualquier color vienen y van pero esta gente es quien verdaderamente hace y deshace.
observer_mad
Leyendo el artículo al que enlaza: "Pero hay que tener en cuenta que se trata de una opción que las empresas intentan eludir por el coste de la extinción de una relación laboral. De hecho, el 55% de los despidos notificados a la Seguridad Social en lo que va de 2023 son disciplinarios, que no conllevan indemnización."
El 55% de los despidos que llevamos este año no conllevan indemnización...
Aquí espero a los llorones de "en España contratar a alguien es un riesgo porque luego despedirlo es imposible o carísimo".
antoniocanarias
La vision de ese trabajador que no sabe hacer cuentas , y del excesivo proteccionismo del gobierno solo protege a las grandes empresas.
Los empresarios de pymes sudamos sangre para llegar a afinal de mes y poder pagar salarios deberia estar mas reconocido.
Al final de los 20 que somos me quedare en 6, no quiero a futuro mas medidas progres de aquellos que no saben ni gestionar economicamente lo que estan gobernando.
Si tan caciques somos los empresarios, pues haganse empresarios, y ya veran lo que es enfermar por no poder descansar nunca y encima ves que todo lo que pagas de impuestos no sirve para nada.
Volvere a como empezamos, 6 ,los que se toman la empresa como si fuera suya.
davidkeko
¿Les parece poco un mes por año trabajado? ¿Una persona que lleva 20 años en una empresa le pagan dos años de salario así por la jeta? Hablo de cien mil pavos en una profesión que al día siguiente encuentras otra empresa que te necesita.
mlax
720 mil ocupados más en 2023. Datos oficiales. Algo no me cuadra en esta noticia.
Sr_Truhan
¿Pero a alguien le sorprende? Si es algo que se veía a la legua cuando se aprobó la última reforma laboral.
Estás dejando a los empresarios sin ninguna herramienta de flexibilización laboral, obligándoles a hacer contratos fijos desde el primer día prácticamente, por no mencionar que en los últimos dos años se les han subido los impuestos, subido las cargas a las que tienen que hacer frente por cada trabajador y los estás dejando a los pies de los caballos en caso de que baje la producción o la demanda. Pues, lógicamente, tendrán que encontrar algún medio de deshacerse de los trabajadores que les sobran o que no pueden asumir, con el agravante que cuando tengan que volver a contratar se lo pensarán muy mucho antes de hacer nuevas incorporaciones.
Eso pasa, señores, por pensar que a los empresarios les cae el dinero del cielo y pueden asumir más gastos de forma indefinida sin irse a la ruina por el medio. Este tipo de medidas son las que van a causar que el paro no deje de subir, que los sueldos sean cada vez más bajos y que en general las condiciones de trabajo sean peores cada día. PORQUE A LOS EMPRESARIOS, sencillamente, NO NOS DA.
Y el día que estos se cansen, y cierren sus negocios y los trasladen al extranjero, el día que no queda nadie que quiera invertir en España y que hasta las PYMES se vean forzadas a cerrar sus negocios.... ese día a ver de qué vivimos y a ver qué soluciones "mágicas" nos propone el gobierno.
Porque no existen las soluciones mágicas, ni los mundos de Yupi. El papel lo soporta todo, puedes poner un salario mínimo de 3000 euros al mes y obligar a cada empresarios a hacer 20 contratos fijos cada mes, que si las cuentas no salen, eso no va a servir de nada. Y sin inversión privada, sin emprendimiento, sin autónomos ni nadie que se arriesgue ya a montar un negocio, a ver dónde encuentran trabajo los casi 30 millones de trabajadores que hay en el país. Porque los que no van a crear trabajo, ni riqueza ni subir sueldos por si solos ya os digo quienes son; los políticos. Y los que pagaban la fiesta hasta ahora, que son los inversores y empresarios, están cada vez más hartos y cansados de esta película. Y un rico, puede coger sus bártulos mañana mismo e irse a otro país a invertir su dinero y seguir siendo igual (o más) de rico que en España. Los que no pueden hacer eso son los trabajadores y los más necesitados.
Así que la próxima vez que aplaudáis leyes y medidas "mágicas" del gobierno de turno, preguntaros quiénes van a pagar la fiesta y si es probable que les apetezca seguir pagándola. Porque a ver si se van a ir a buscar una discoteca a otro sitio dónde la entrada sea más barata y nos quedamos todos con cara de tontos... y en la más absoluta miseria.
Que les pregunten a los países sudamericanos lo bien que funcionan las soluciones "mágicas".
agnusdenisepaula
Menos mal.
Sporty
Como nota añadir que algunos no se pueden hacer ni improcedentes...por ejemplo si acabas de pedirte una reducción.
Rosonator
Yo respecto al despido opino varias cosas, algunas de ellas incoherentes entre sí, porque he visto ambas caras de la moneda. En suma, como son la mayoría de cosas: complicadas.
El despido libre, el paraíso del ideario liberal, es una quimera, y solo podría funcionar, con alfileres, en un mercado laboral que reuna una salud y dinamismo que el nuestro no tiene, ni tendría aún con despido libre.
La indemnización por despido, a su vez, es la herramienta que hace que toda una cohorte de empleados absolutamente improductivos, o tóxicos, permanezcan en sus puestos, cuando lo mejor para todos, a menudo incluidos ellos mismos, sería finalizar la relación laboral, y poder empezar en otro lugar con nuevos aires y nueva motivación. La empresa los retiene por lo caro que es echarlos (aunque esta actitud es lo que les sale caro).
En resumen: Una buena indemnización por despido es un colchón y una garantía de que el empleado no va a quedarse en el barro tras un despido en un mercado que no siempre va a poder reasimilarle, o hacerlo con suficiente celeridad. Sin embargo, esta política garantista provoca efectos colaterales adversos que creo que nadie tiene claro cómo subsanar.
PD: Relacionado con el despido lo que se debería articular son mas mecanismos de despido en la función pública, relacionados con el rendimiento. Cualquier empleado público competente te podrá contar mil movidas de compañeros que no la hincan con total impunidad, y los mecanismos existentes no son útiles ni para provocar la reinserción de esos empleados, ni para terminar la relación con él. Una oposición debe ser una oportunidad de desarrollar una carrera larga y estable, no un chollo en el que rascártelos por décadas
danvanlonexus
Ugt piede que vuelva Franco
mordant
en mi empresa y las que he visto por amigos usan la carta standar de despido por bajo rendimiento repetido en el tiempo, cosa que no es demostrable y los jueces lo admiten