El honor de Rodrigo Rato
En un librito titulado "El arte de hacerse respetar", el filï¿œsofo Arthur Schopenhauer escribe: "El honor es la buena opiniï¿œn de los demï¿œs. Y se han visto casos en los que la destrucciï¿œn de blasones, la declaraciï¿œn pï¿œblica de infamia o el destierro no consiguieron, sin embargo, arrebatar el honor: tan cierto es que este es, y sigue siendo, la opiniï¿œn y no su signo, y que es una entidad inmaterial".
Ni laￜquiebra de Bankia, ni sus dramￜticas consecuencias sobre la economￜa espaￜola, ni el proceso abierto contra ￜl en la Audiencia Nacional, ni la destrucciￜn de sus blasones, fama y prestigio ante los ciudadanos. Nada de esto ha destruido la figura de Rodrigo Rato ante las ￜlites polￜticas, econￜmicas y financieras de este paￜs. Su honor sigue intacto en las altas esferas en las que viven personas que no son como nosotros. Ellos si se quedan en el paro unos dￜas rￜpidamente encuentran trabajo. Rato colocￜ a Cￜsar Alierta en Telefￜnica y ahora el presidente de la multinacional le devuelve el favor. Telefￜnica es la compaￜￜa de guardia cuando el Gobierno tiene una urgencia para colocar a alguien. El Gobierno tenￜa un problema de conciencia por haber dejadoￜcaer a un gran hombreￜdel PP y ahora se ha quitado un peso de encima. Todos los amigos ministros de Rato, tan preocupados porque Rodrigo se hubiera quedado sin trabajo, estarￜn muy contentos.
Rato tiene buena suerte, ademￜs de un honor a prueba de quiebras. Nunca en su vida atravesarￜ por dificultades. Las ￜlites le acunarￜn de por vida. Rato es tan perfecto y versￜtil que sirve igual para ministro que para presidente de un banco o para asesor de una compaￜￜa telefￜnica. En realidad, las personas normales no podemos dejar de sentir una envidia muy insana ante la fortuna de los que tienen tanto dinero y poder que nunca se les acaba. ￜCuￜnto nos gustarￜa a nosotros colocar con tanta facilidad a las personas que conocemos y que se han quedado en el paro!ￜPor ejemplo, a los 6.000 empleados de Bankia que prￜximamente van aￜirￜa la calle. Y sin haber quebrado nada.
El honor es una entidad inmaterial, dijo el filï¿œsofo, aunque en un determinado nivel de renta, pasa a ser bastante material.
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